25 marzo, 2006

Mala persona

Estaba esperando este momento desde el miércoles pasado. Fue saber de tus respuestas (no suelo aguantar tanto, pero merecía la pena) y empezar a gestarse todo el post en mi coco.

Eres mala gente. Así, a secas. Y eso que tienes un cierto sentido del humor. Bastante malsano, bastante hiriente, la verdad, pero lo tienes. Eso te ha hecho ganarte el favor de más de uno, que te busquen para ver qué tienes que decir. Para intentar que metas cizaña, que le des vida y ambiente a la cosa cuando está un tanto en punto muerto.

Quizá no siempre hayas sido así. Lo mismo ha sido culpa de las compañías (sobre todo las de un par, las bocas más beligerantes a este lado del Manzanares). El caso es que te has vuelto un ser de lo más detestable. Al menos para mí. Ir haciéndote el payasete para luego soltar el estacazo. Me caes muy mal, y creo que ya no voy a reirme cuando oiga una de tus gracietas.


Escuchando: The warning, de Black Sabbath.

19 marzo, 2006

¿Y ahora qué hago yo?

Yo creía que ya estaba curado de espantos, pero poco a poco voy viendo que no es así. Aún quedan cosas sorprendentes con las que encontrarse en el transcurso de estos días ya casi primaverales.

Los primeros síntomas de ruptura irreversible comenzaron allá por diciembre de 2004, cuando se decidió que había gente bienvenida a ciertos acontecimientos, y gente que no lo era. Pero claro, ¿qué pasa cuando el anfitrión del evento clasista es amigo de uno, y los apestados también? Pues que toca elegir. En fin, un día es un día, piensas, y decides acudir al cumpleaños en cuestión. Pero te sientes un poco mal. Pasa el tiempo, y no se paga con la misma moneda. Los dos celebrantes (no hace falta que diga quién, ¿verdad?) son invitados, junto con sus parejas, a todos los demás cumpleaños de 2005.

Entonces volvemos a llegar a diciembre, y esta vez el cupo se reduce aún más. Aún más gente tiene que decidir si quiere más a papá o a mamá. Bueno, venga, ya que me han invitado, iré. Total, son muchos años de conocernos, no vamos a hacerles el feo. Eso sí, dada la fecha de celebración, algunos de los pocos escogidos no pueden acudir, cosa que siempre viene bien al bolsillo del que invita. Pero tampoco pasa nada, seguimos demostrando que tenemos aún un poquito de clase, y no se les deja de invitar, a los cuatro, a los cumpleaños habidos hasta ahora.

Llega marzo, y la pareja de uno de estos celebrantes antes mencionados, decide que ya es hora de festejar su cumpleaños. Me entero por terceras personas que será una especie de merienda cena en su casa, y los primeros rumores indican que sólo invitará a sus amigas cercanas. Me parece muy lícito. Poco a poco ha ido perdiendo el contacto con los demás, así que quizá se encuentre más cómoda con la gente de confianza. Hay un pequeño lío con los correos de invitación, y una de las invitadas reenvía por error el mail a personas que no estaban invitadas, lo que le vale una reprimenda fuera de lugar. El caso es que al final el cumpleaños no es para las amigas cercanas, es para todo el mundo excepto cinco o seis personas. Una nueva generación de apestados, entre los que me incluyo. Y lo que me molesta no es verme apartado de la celebración. Hace tiempo que estas cosas me resbalan bastante (ojo, que no presumo de ello; al contrario, estoy convencido de que no es bueno para mí ni para la gente a la que le importo, si es que la hay). Lo que me jode mucho es que se deje apartada a gente tan buena como puede ser Diego porque... ¿Por qué? ¿Hay algún motivo realmente convincente para toda esta soplapollez? Si lo hay, os aseguro que soy incapaz de verlo. Que yo esté fuera, pase; al fin y al cabo, pertenezco al eje del mal (Si no nos cuentas tus cosas, no te podremos contar las nuestras, me dijeron hace ya un tiempo, y quedé expulsado). Pero que se lo hagan a otras personas, mientras que hay invitados que a la celebrante casi ni le van ni le vienen... No deja de resultarme curioso.

Hombre, esto sucede en contadas ocasiones, como son los cumpleaños, pensará alguno. Total, con tener un poco de cuidado esos días, el resto del año puede transcurrir con cierta calma, ¿no? Pues no. Otro de los problemas es exigir condiciones para gozar de la presencia de estas personas. Es decir, ellos y ellas estarán con los demás siempre y cuando no se encuentren cerca los apestados. Así, Laura sólo aceptará hacer un only siempre y cuando Helena y Vanesa no acudan también. Es decir, obliga de nuevo a elegir entre ella y las otras dos. Y las que salen perdiendo son las otras dos. Que se jodan. Da igual que antes de empezar a salir con su pareja se llevase bien (o eso parecía) con Helena. Ahora le tiene un profundo y visceral odio. Y a Vane... pues también, que para eso es amiga de Helena, y eso es un pecado mortal. Lo mismo hacen Ricardo y Javier con las chicas de San Fernando. Menos mal que Elena está saliendo con Óscar, y así puede salvarse de la quema. Es lo que tiene acostarse con las personas adecuadas. A Felipe y a Carlos también les sirvió el sábado.

No sé qué es lo que está pasando últimamente con un cierto sector de lo que era el grupo de mis amigos, compañeros y conocidos. Me da la impresión de que quieren dividir a la gente, de que buscan hacer daño, hacer mal. ¿Por qué? Ya somos todos algo mayorcitos para seguir andándonos con chiquillerías, para seguir mirando mal a la gente por cosas que ocurrieron hace mucho tiempo, y para además meter en el mismo saco a esas personas que nos hicieron daño y a sus amigos. Tengamos un poco de cabeza, un poco de personalidad también, y tratemos a cada uno como realmente merece, no como nos han dicho que merece.

Dentro de unos días, el ocho de abril, celebraré mi cumpleaños (espero). ¿Qué hago? ¿Pago con la misma moneda y exijo que no vengan? La verdad es que no lo haré. Como ya he dicho, me parece una tremenda niñería y de una bajeza ilimitada. No iba a poner en un brete a mucha gente; por lo que veo últimamente, a pocas personas les iba a importar que acudan o no. Pero, como ya dije en un post anterior, soy tonto. Muy tonto. Y prefiero no ayudar a romper definitavamente las cosas. No voy a cerrar las puertas de mi cumpleaños a nadie. El que quiera y pueda venir, que venga. Eso sí, espero que no me vuelvan a hacer elegir. Porque si me veo invitado a un cumpleaños en el que se excluye a alguno de mis amigos o amigas, no iré. Lo digo ya. Siempre he dicho que el que me hace escoger es el que sale perdiendo, y ya lo he incumplido tres veces. Creo que son suficientes. He dejado de lado a personas mucho más importantes para mí, y que se han preocupado bastante más por mis estados de ánimo que quienes me invitaban a sus cumpleaños para luego decir que soy un hipócrita. Quienes acudieron este sábado al bar donde estábamos los apestados para darnos la mano, o dos besos, y hacer como que no ha pasado nada. Muy bien, pues sí ha pasado. Así pues, corrección política de ahora en adelante, y nada más.

Veremos en qué acaba todo.

"Thy friendship oft has made my heart to ache: do be my enemy for friendship's sake.", William Blake.

"A true friend stabs you in the front.", Oscar Wilde.

Escuchando: I surrender, de Rainbow.


PD: Helen, te pillo la idea de los coloritos XDD Sabes que soy muy poco original ;P


Este post va para todos los que me aguantáis sin poner condiciones, ni dictar cómo debe ser la amistad. Especialmente para Alter Ego y el Puto Incordio.

17 marzo, 2006

Un buen día

Pues sí, no estuvo mal el día de ayer. Todo empezaba como un jueves normal: levantarme a las nueve, prepararme para comer en la uni, alemán por la tarde... El caso es que me quedé unos minutillos más escuchando No Somos Nadie (estaban hablando de la famosa mochila de Vallecas, pero esta vez era un policía el que hablaba, por eso me interesé especialmente), y con las prisas se me olvidó coger la comida. "Vaya, me voy a tener que gastar unos eurillos en la uni", me dije. Y salí hacia la estación.

Ya en clase, y tras aguantar una hora de Fundamentos Matemáticos (el nombre lo dice todo), en la primera clase del día de Organización de Empresas me llega un mensaje. Lo leo, y Vane me avisa de que hay paellada gratis en mi facultad. Hay que joderse, que alguien de Farmacia me tenga que recordar los eventos de mi propia escuela... El caso es que vi el cielo abierto, y en el descanso de Empresas aproveché para ir a por mi platito de paella y ya de paso fumarme la segunda hora para quedarme con la gente de Farmacia. Cuál fue mi sorpresa cuando dos de las amigas de Vane, Mar y Vero, me felicitan por mi cumpleaños (gracias a las dos, salás, aunque no leáis este blog). El caso es que me pasé un buen ratito con esta gente, hasta que les llegó la hora de volver a sus prácticas, y a mí a mis clases. Momento en el que me saqué, también de gratis, un par de litros de batido fresa, del que ya estoy dando buena cuenta. Gracias de nuevo.

Una hora más de clase, y para casa. ¿A descansar? No. A pasar veinte minutos por casa, y luego a salir hacia alemán. Poco más de hora y media que se pasó más bien rápido, porque a las 22:30 había quedado para ir a cenar al Shannon, aquí en Coslada. Un sitio en el que, los jueves, hay buffet libre. No está mal, ¿verdad?

El caso es que en todo el día comí y cené por tres euros :D Si el jueves que viene paso por la Autónoma os cuento las vivencias, aunque lo veo poco probable.

Escuchando: To Sheila, de Smashing Pumpkins.

15 marzo, 2006

Uno más

Sí, ya tengo un añito más. Y vamos por el cuarto de siglo.

Lo celebré ayer, día del evento, con tres amigos que me llevaron al cine a ver Syriana (me gustó bastante, he de decirlo), y a comer una cosa rellena de canela y con chocolatito por encima (me gustó aún más XDD). Una pena que no pudiese venir más gente. Supongo que este fin de semana lo seguiré celebrando. No como tenía planeado (los planes no sirven para nada, se rompen siempre), pero lo celebraré, eso seguro.

Pues eso mismo, que con veinticinco años a mis espaldas, siento que no he hecho nada de valor, ni tengo expectativas de hacerlo. Eso sí, he vivido momentos cojonudos, y espero que haya muchos más con vosotros. Y con los que tengan que venir.

Saludos a todos, y gracias a los que os acordasteis.

Escuchando: En un mundo tan pequeño, de Mercromina.

-15

10 marzo, 2006

La delgada línea roja

¿Cuándo deja uno de ser bueno para empezar a ser tonto?

"Tú no eres tonto, eres muy bueno, y algún día te verás recompensado. Ya lo verás."

Con esta frase te animan a seguir siendo tan especial, tan bueno, quienes de una u otra manera se benefician de tu forma de ser. No lo hacen de manera egoísta. Al menos, no conscientemente. Están en la absoluta convicción de que te quieren, y de que quieren lo mejor para ti. Por eso se preocupan cuando leen cosas como éstas. ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Sí, no te preocupes. Sigue a lo tuyo, que aquí no hay nada que ver.

"Claro que eres tonto. ¿Y qué vas a hacerle? A estas alturas de la vida, no sabes hacer otra cosa. Y si supieses hacerla, no te la iban a aceptar."

Ahora es cuando habla la gente cuya amistad es realmente desinteresada. No son muchas las que conozco, y la mayor parte están muy distantes, pero las hay. Creo que me hablan con tanta franqueza porque en el fondo están en mi misma situación. Son tan tontos como yo. Somos una panda de tontos, y además yo soy el egoísta. Me estoy dando cuenta de que lo que me jode es no recibir nada a cambio de todo lo que hago. Bueno, vale, tengo un montón de amistades maravillosas de las que podré presumir el resto de mi vida. O al menos mientras siga en mi posición de oferente de bondades. Pero miro a mi alrededor, comparo, y cada día me asqueo un poquito más.


En fin, otro de mis escritos autocompasivos, victimistas, pseudo-pesimistas y todo lo que querías llamarle. Supongo que es cosa del mal tiempo, que me pone de mala baba.


Escuchando: All alone (no one to be with), de Everything but the girl.

05 marzo, 2006

Pío, pío, que yo no he sido

Seguro que todo el mundo ha oído o ha dicho alguna vez esa frase de pequeño. Y quiero insistir en lo de de pequeño. Es una conducta infantil. De tiro la piedra y escondo la mano.

Pues bien, señores. Gente con unos estudios, ganando un sueldo más o menos digno (alguno pagado con los impuestos públicos), y a la que se le presupone una cierta compostura y madurez mental se dedica a jugar de nuevo a estas tonterías. Y es que, como todos sabréis, entre TVE y Telemadrid ha empezado un campeonato para ver quién es el más inmaduro. La primera vez que en un Telediario aparece una imagen de Rajoy en medio de una información sobre las torturas a presos en Irak, la cosa huele mal, pero uno, que es de pensar bien (cuando quiere), lo achaca a un fallo. Hasta que, curiosamente, en Telemadrid ocurre lo mismo pero con Zapatero. Vaya, qué casualidad más grande. Esto empieza a parecer de patio de colegio. Pero entonces llega el remate cuando TVE vuelve a equivocarse con una nueva imagen de Rajoy donde no debería estar.

Que digo yo, ¿los que curran en las respectivas cadenas piensan que somos lelos? Porque vale que nos la quieran colar una vez. Pero tres... Se supone que para contarnos milongas ya están los jefes (los que aparecían en los vídeos, vamos). Tanto comité de sabios para llegar a estas payasadas. Yo creo que voy a seguir leyendo el Madrid y m@s (me niego a llamarle 20 minutos) y a ver en la tele cosas como CSI, House y similares (hasta que no pongan Padre de Familia y Padre made in USA en canales abiertos me las tendré que seguir bajando con el burrito XDD).

Escuchando: Still I'm sad, de Rainbow.

Vuelvo

Por fin, parece que ya recuperado de mis problemas con los virúseles intestinales, regreso por aquí. Tampoco tengo gran cosa que decir, pero me hace ilusión estar medio sano de una vez. Sobre todo porque la puta gastroenteritis me ha dejado sin ir a comprar los regalos del último cumpleaños, y sin asistir a la charla que iba a dar un amigo mío :(

Lo importante es que anoche por fin me encontraba en condiciones de salir de mi casa sin tener que andar buscando un servicio cada poco rato. Gracias a ello, vi el partido del Madrid en casa de Diego y nos pasamos unas risas enormes con Gravessen (Torres totalmente acojonado XDD).
Y ya para rematar la noche, el cumpleaños de Juanito y Charly. No estuvo mal la cosa. Un pelín apretujados en los bares, hasta el miembro de tragar humo en el último de ellos, pero bien. Risas, alcohol y buen rollo. Como no, cantamos el cumpleaños feliz a voz en grito en el Cajamadrid mientras llovía a mares. Creo que los vecinos se tienen que cagar en nuestras estampas de mala manera, después de los dos últimos cumpleaños.

Menos mal que ahora tenemos unos cuantos fines de semana de "descanso" hasta la próxima celebración. Creo que nuestros bolsillos no pueden resistir tanto gasto ;P

Escuchando: Mistreated, de Rainbow