Demasiado tiempo libre
Hay gente que tiene demasiado tiempo libre, y cuando eso ocurre, acaban por aburrirse y llegamos a tonterías como esta:
from Barrapunto by Yonderboy
Hace no mucho nos ocupamos de la incorrección lingüística de la corrección política. Quien pensase que era exagerado, puede contrastarlo hoy con la campaña que ha presentado la directora del Instituto de la Mujer, una aplicación llamada nombra.en.red para "abrir un horizonte nuevo en el que la mujer se apropie de la lengua". Propone que se reconozcan, entre otras, 'albañila', 'estudianta', 'bachillera', 'bedela', 'elaboradora', 'miembra' (pero no 'artisto', 'telefonisto', 'transportisto', 'dentisto' u 'oculisto'), pese a ser muchas de ellas sustantivos de género común. No se queda ahí, sino que la directora aprovecha la ocasión para regañar a la Academia por su tendencia " antropocéntrica " [sic].
[Os lo he copiado tal y como venía en mi lector de rss porque no podía entrar en Barrapunto.]
Vamos a ver... Entiendo, y comparto, que las mujeres quieran pelear por sus derechos (aunque muchas veces se les olvide que esos derechos van acompañado de obligaciones), que busquen igualdad en el trato, reconocimiento, etc. Es algo loable y necesario para evitar cosas como que en menos de un año hayan muerto más de ochenta mujeres a manos de sus ex parejas. Siempre he dicho que habría que comenzar por la educación de las propias mujeres, pero no voy a tirar por ahí.
En cambio, lo del masculino genérico, me desconcierta un poco. ¿Qué va a aportar al bienestar de la mujer, de forma inmediata o con vistas al futuro, hacer el lenguaje más pesado y tedioso? Ejemplo:
Con masculino genérico: Se dice que todos los madrileños son chulos.
Sin masculino genérico: Se dice que todos y todas los y las madrileños y madrileñas son chulos y chulas.
Muy bien, hemos doblado la longitud de una frase y la hemos hecho incomprensible sólo por la corrección política. Plas, plas, plas. Y eso sirve para... Esperad, que estoy dándole vueltas. En breve os doy una respuesta. Si seguro que tiene que haber una utilidad para todo esto. Va a ayudar a... Sí, coño, la cosa esta de... No, no se me ocurre nada. Si alguien ve la posible aplicación, que responda por medio de un comentario, por favor. Todas las ideas serán bien recibidas.
Lo que yo os diga. Es cuestión de no tener nada que hacer por las tardes y ponerse a buscar con qué entretenerse. Y ya que estamos, aplicamos una buena ley del embudo (creo que esto es un mal inherente al feminismo que acaban por aplicar en todas las parcelas de la vida) y denostamos ciertas actitudes si las realizan unos, mientras ensalzamos las mismas acciones si vienen de parte de las otras (si en una película un tío le sacude un guantazo a una tía, se pone el grito en el cielo, pero si la mujer le arrea el bofetón al hombre, entonces se lo merecía). ¿Qué se gana con esto? Que los hombres que estamos por la igualdad en derechos acabemos hasta la polla de según qué cosas y decidamos que no merece la pena ayudar en una lucha que se puede volver en nuestra contra.
Espero comentarios vuestros. En especial tuyos, feminista. Quiero saber si el texto que he citado es una opinión generalizada o si fue un momento de estupidez del Instituto de la Mujer.