28 mayo, 2006

Momento de la noche

Anoche estuve con mis amigos en las fiestas del vecino pueblo de San Fernando de Henares (sé que no os interesa una mierda, pero como me la suda vuestro interés os contaré que estoy viendo cómo una lagartija se me ha colado en el sótano; es graciosa y me recuerda a la peli de Obaba). A lo que iba, que me entretengo. Al principio de la noche estuvimos de botellón en la plaza del Ayuntamiento, bebiendo (estos, yo no, que me estoy reformando) cerquita de la típica banda de charanga pueblerina. Resultaba curioso ver la marcha que tienen muchos abuelos, marcándose pasodobles y lo que les pusieran por delante. El caso es que al principio me lo pasé más o menos bien, porque hablando con la gente llegué a la conclusión de que era la noche de los comentarios soeces. De hecho, me estuve riendo bastante con algunos de ellos. Luego me aplatané un poco. O mucho, la verdad. Supongo que el ambiente no me llamaba demasiado.

Por suerte, alguien decidió que era hora de levantar el campamento y nos largamos unos cuantos a la carpa grande, donde había un poco más de ambiente (y algunas mujeres bastante potentes, como la rubita que se colocó detrás de mí - o yo detrás de ella y de su amiga con flequillo -, la que se rozaba con Alfonso, las que promocionaban la Octava Maravilla o la del gorrito que estaba poniendo malo al Búho; sin comentarios). Antes de llegar, eso sí, hubo que aprovisionarse de más minis, pero como en la carpa eran muy caros (cinco epis por uno de cali, doce por los de alcoholes más fuertes) salimos a un bar de las cercanías a comprarlos. Estando ya al lado del bar, llegó el momento con el que más me reí en toda la noche. Diego, que ya iba bastante suelto, se encuentra a una conocida, y nos quedamos fuera del bar hablando con ella (Diego, la nena y yo; el resto estuvo comprando). En un momento dado, ella dice que tiene que ir a echar un pis, y la conversación siguiente se puede resumir más o menos así:

- ¿Has hecho alguna cosa curiosa en un baño? - le pregunta Diego.
- ¿A qué te refieres con curioso?
- No, sé. Hacer un sudoku.
- Que va. Nunca he hecho un sudoku - responde ella sin sospechar el comentario que se avecina.
- ¿Y alguna vez te han percutido en un baño?

Lo mejor es la cara que se le quedó a la chica... porque no sabía qué era eso de percutir. Obviamente, se confirmó que era la noche de los comentarios soeces. A partir de ahí, poco más que comentar. El gofre con nata y chocolate estuvo cojonudo (Vane, no veas lo que mancha XDD), Diego en su alcoholemia se nos perdió un par de veces, pusieron a los Fresones Rebeldes y Alfonso llegó a cantar algunos trozos, había idiotas incurables (pero eso es cada vez más habitual) y, sobre todo, flojas.

Resumiendo, una buena noche. Quitando el momento de aplatanamiento de la plaza y la vuelta a casa, me lo pasé bastante bien, sobre todo la parte en que nos quedamos los hombres solos en la carpa (a ver si cae algún comentario de reproche de las nenas). Esperemos que para las fiestas de Coslada os pueda contar algo por el estilo, o incluso mejor.

4 Comments:

Blogger arrrggh said...

"- ¿Y alguna vez te han percutido en un baño?"

NO-HAY-MO-RAL.

30 may 2006, 16:53:00  
Blogger Dek said...

La verdad es que no, pero yo me pasé unas risas muy agradables.

30 may 2006, 17:10:00  
Anonymous Anónimo said...

Me pido el primer comentario de reproche (que raro,eh?)jajajajaja!!!Anda,anda...si luego nos echais de menos,teneis que reconocerlo...

30 may 2006, 19:42:00  
Blogger Dek said...

Juas, juas, juas. Quién iba a ser la primera en echarme cosas en cara, si no eras tú...

Pues mira, otro día lo mismo sí que os echo de menos, pero el sábado en la carpa, rodeado de flojas... Como que no ;)

Por cierto, hoy os he visto por Tiburón, pero como había mucho tráfico no me he parado. En cuanto acabe las clases me pongo en contacto con vosotras para ver si bajáis al parque, que me va a hacer falta.

Un besillo, pequenia.

30 may 2006, 21:56:00  

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