Romper esquemas

Hoy estoy disgustado, porque en un momento dado me han roto los esquemas de la vida, y así uno no puede saber a qué atenerse en cada momento, no sabe cómo funciona el mundo. Os cuento:

Iba yo por la calle, de camino a mis clases de italiano, tan tranquilito. De pronto, al pasar por la parada de autobús que hay al lado del ambulatorio he escuchado parte de una conversación que tenían dos señoras, una de ellas de cincuenta y tantos años y la otra pasando los sesenta, más o menos. Y cuál ha sido mi sorpresa al ver que una estaba relatando la carrera de MotoGP del fin de semana pasado, nombrando a Pedrosa y a Stoner, de lo que deduzco que la otra les conocía.

¡Pero bueno! Un respeto, por favor. No me digáis que la escena no era un poco extraña. Lo último que yo me esperaría es ver a dos mujeres con pinta de marujas hablando de motos. Que se empieza así y lo próximo será ver al PP y al PSOE ponerse de acuerdo en el Congreso. Y uno ya tiene una edad como para llevarse esos sustos.

En fin, ahora echando un vistazo rápido a lo que he escrito me parece una solemne gilipollez, pero ya que me he pasado tres o cuatro minutos tecleando, casi que paso de borrarlo. Si no os gusta, mala suerte. De hecho, no sé por qué hay gente que me sigue leyendo, la verdad, con la de tontadas que digo...