23 junio, 2006

Humo

Hay una frase que proviene de las correrías de mis amigos y que siempre me ha hecho gracia: "No tiene que estar arreglado, tiene que parecerlo". Hasta ahora la había encontrado cómica debido a la situación en que se produjo (y que no viene al caso contar por aquí), pero últimamente le veo bastante más sentido del que parecía tener en un principio.

Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que puede utilizarse en muy diversas situaciones, pero es especialmente útil a la hora de tratar con la gente. Digamos que al género humano le gusta que le vendan humo. Eso sí, tiene que ser humo bonito, de colores si es posible, y con un envoltorio vistoso y alegre. Además me he dado cuenta de que se me da bastante bien. Una sonrisa radiante es el mejor arma de cualquier vendedor, y más que nunca en estos casos.

Así que ya sabéis. Cuando algo se os rompa, esperad a que el dueño no esté mirando. En ese momento, rápidamente, lo componéis de nuevo de tal forma que parezca que no ha pasado nada. Tendréis al propietario del objeto intacto tan contento como siempre. Lo único malo es que llevaréis en vuestro interior la culpa de saber que hay algo mal en alguna parte. Pero bueno, seguro que podéis soportarlo.