24 julio, 2006

Mejicanada

Como ya os dije el otro día, ayer tuve comida a la mejicana en casa de Carlos, allá por las tierras de Alcalá de Henares. Y aquí os dejo un somero realto del día, mezclado con parte de la noche pasada ya en Coslada, que también tuvo lo suyo...

El día comienza levantándome algo después de las diez y media, tras unas nueve horitas de sueño que me vinieron de perlas después de lo poco que descansé en la sierra. La invitación decía que podíamos llegar a eso de las dos para ir más o menos a mesa puesta, pero que se agradecería llegar a eso de las doce para poder echar un cable con los apaños de la cocina. Y como tampoco tenía mucho que hacer, me pegué una ducha, y allá que me fui. Bueno, me entretuve un poco más, pero como no es cuestión de ponerse escatológico ni contar todo lo que un hombre hace en el baño mientras se arregla, lo dejaremos en que salí a las doce más o menos de mi casa.

Siguiendo las indicaciones del correo mandado por el anfitrión, llegué sano y salvo hasta su casa, donde ya se encontraban algunos de los invitados. Empezaron las rondas de saludos y presentaciones, y al poco rato ya estábamos en la piscina metidos, que el calor a estas alturas del año no perdona. Poco a poco fue llegando la gente, de la que apenas conocía a alguien, y entre chapuzones y chácharas fuimos pasando el rato hasta que se decidió que ya era hora de ir empezando a preparar las cosas. Y allá que nos metimos en la cocina unos cuantos (al final acabo aprendiendo a cocinar si alguien no lo remedia antes), cortando tomates, cebollas, lechugas, preparando el maiz, las salsas y todo lo necesario en fin para comer unas buenas fajitas.

Con esto, llegó el momento de sentarnos a la mesa y atender a la explicación magistral de la preparación de la fajita, algo que no me atrevo a repetir aquí y por escrito debido a su gran complejidad XDD El caso es que, debido a mi inexperiencia, acabé preparándome una primera fajita que parecía un cañón de navío. He de decir que comimos de miedo (al menos yo, y por las caras de los demás y la falta de quejas, diría que todos), y eso que sólo pude con dos fajitas (cargadas, eso sí).

El resto del día pasó entre partidas al Jungle Speed y a la consola, más baños, humillaciones en la mesa de ping pong, y mucha y agradable charla. Todo bastante bien montado si no fuese por un pequeño detalle: la falta de mujeres solteras en abundancia. Vas a tener que currártelo un pelín más para la próxima, Carlos XDD

Cuando ya se iba aproximando la hora de echar cuentas y volverme para casa empecé a despedirme de la gente y me sugirieron acercarme a la estación en coche arriesgando la vida para poder coger el tren que salía nueve minutos más tarde. Lo pillé. Sacando billete y teniendo que cruzar hasta la otra punta de la estación de Alcalá, lo pillé. Muchas gracias desde aquí otra vez, porque si no, me veía esperando media horita gastando pilas del reproductor de MP3.

Una vez en Coslada, como era el último día del Búho por nuestros lares antes de marchar a tierras extremeñas para pasar lo que queda de verano y disfrutar de las fiestas patronales (a las que acudiré si puedo), tuve que quedarme un ratito de cañas. Nos juntamos poquitos, pero buenos, y allá que estuvimos en un lugar llamado La Garnacha y al que no os recomiendo que vayáis por la noche. No sé a qué hora cierran las terrazas por imperativo legal, yo tenía entendido que era a partir de la una, o la una y media. Al menos eso habíamos visto en las de los bares de copas. Ayer nos empezaron a sugerir que nos largásemos a las doce. Dijeron que las cañas tenían que estar vacías en cinco minutos, porque a las doce y media tenía que estar recogida la terraza. Entre los veinticinco minutos para quitar las sillas y mesas, y la temprana hora me tocaron un poco los huevos, pero bueno, nos quedamos por allí cerca de cháchara una hora y poco más, tras lo que decidimos irnos a casa.

En ese momento, Diego y Tasti se fueron andando, y Dani se ofreció a llevarnos en coche a Juanito y a mí. Allá que nos subimos, y tan tranquilos íbamos montados cuando otro coche nos embistió desde el lateral derecho, en el que yo iba, dejando el coche del hermano de Dani con un bollo malsano en las dos puertas, con el resultado de que la del copiloto no se abre y la trasera no se cierra. Suerte tuvimos de que nu hubiese daños personales, quitando un raspón en el codo de Bea y un moratón en mi muslo por nuestra parte, y una rodilla magullada en la conductora que nos llevó por delante. Al final se arreglaron las cosas amistosamente, con intervención de la policía que pasaba por allí y pudimos volver a casa, donde a Dani le echaron una injusta bronca por haber dejado a su hermano sin vacaciones (no, yo tampoco lo entiendo, teniendo otros dos coches en casa y sin haber sido culpa suya).

Como veis, un día completito que da para todas estas palabras que habéis leído, o pasado por encima. Ahora seguirán unas jornadas de más calma, que ya toca un poquito. Así que no esperéis grandes publicaciones por aquí.

3 Comments:

Blogger arrrggh said...

Una putada lo del coche.

25 jul 2006, 13:35:00  
Anonymous Anónimo said...

Ouch,y yo sin enterarme...menos mal que estais bien pekenios! Ademas Luis,si alguien te tiene que hacer daño o pegarte ,esa soy yo,nada de una piva que no os conoce de nada en un auto infernal ;)

26 jul 2006, 13:09:00  
Blogger Carlos Ruiz Bueno said...

Grandes fiestas diré....

27 jul 2006, 16:00:00  

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