Ya están aquíiiiii
Sí, pequeños. Temblad de miedo porque mañana llegará a nuestras tiendas el muy temido... ¡¡¡CANON!!!
Pues sí. Después de mucho tiempo de hablar de él, por fin va a empezar a cobrarse. En todo lo que pueda contener o reproducir obras con derechos de autor. Esos artículos infernales que vosotros, malditos piratas, usáis para robar el pan de los hijos de los esforzados artistas españoles. ¿Creéis que va a colar eso de que la impresora la queréis para imprimir los trabajos del instituto o de la carrera? ¡Pues no! No mintáis. Está claro que lo que queréis es imprimir el último libro de Sánchez Dragó. Igual que el telefonito móvil. ¿Llamar a casa o a los amigos? ¡Y una mierda! Lo queréis sólo para poneros la música del pseudo-grupo popero o rockero de palo de moda y dar por culo en el tren y en el autobús al resto de viajeros. Música que os habéis bajado del emule ese. Y si habéis sido tan tontos como para pagar por descargar las canciones, os dan por saco. Total, la mitad de los ingresos de las discográficas a nivel mundial vienen de descargas de móviles. Así que ahora vais a pagar por bajaros la canción y por tener un sitio para escucharla. Por delincuentes, que es lo que sois todos.
Una de las cosas que más gracia me han hecho es que los artistas pagarán más en canon de lo que van a cobrar. Si predican con el ejemplo y compran discos de sus colegas de profesión, o renuevan sus equipos informáticos; si se compran un móvil de última generación (tienen que ser guays para que las niñas de 12 a 14 años vayan a sus firmas de discos, recordadlo) o un reproductor de MP3/MP4 para no aburrirse mientras los técnicos de sonido arreglan lo que ellos han destrozado con la excusa de grabar un disco, van a dejarse más pelas de las que recaudarán con sus infames creaciones. Cómo mola la industria discográfica española.
Y recordad, cuando alguien os diga que la música en particular, o la cultura en general, están heridas de muerte, recordadles que los festivales de música y los conciertos van cada vez más viento en popa. La gente sigue visitando los museos o viendo películas y obras de teatro en el cine. Lo que está de capa caída es la industria, que ve cómo se le escapan los dineros. Quizá también tenga algo que ver que cada día haya peores grupos, canciones, actores, películas, obras de arte y artistas varios rodando por el mundo...
Pues sí. Después de mucho tiempo de hablar de él, por fin va a empezar a cobrarse. En todo lo que pueda contener o reproducir obras con derechos de autor. Esos artículos infernales que vosotros, malditos piratas, usáis para robar el pan de los hijos de los esforzados artistas españoles. ¿Creéis que va a colar eso de que la impresora la queréis para imprimir los trabajos del instituto o de la carrera? ¡Pues no! No mintáis. Está claro que lo que queréis es imprimir el último libro de Sánchez Dragó. Igual que el telefonito móvil. ¿Llamar a casa o a los amigos? ¡Y una mierda! Lo queréis sólo para poneros la música del pseudo-grupo popero o rockero de palo de moda y dar por culo en el tren y en el autobús al resto de viajeros. Música que os habéis bajado del emule ese. Y si habéis sido tan tontos como para pagar por descargar las canciones, os dan por saco. Total, la mitad de los ingresos de las discográficas a nivel mundial vienen de descargas de móviles. Así que ahora vais a pagar por bajaros la canción y por tener un sitio para escucharla. Por delincuentes, que es lo que sois todos.
Una de las cosas que más gracia me han hecho es que los artistas pagarán más en canon de lo que van a cobrar. Si predican con el ejemplo y compran discos de sus colegas de profesión, o renuevan sus equipos informáticos; si se compran un móvil de última generación (tienen que ser guays para que las niñas de 12 a 14 años vayan a sus firmas de discos, recordadlo) o un reproductor de MP3/MP4 para no aburrirse mientras los técnicos de sonido arreglan lo que ellos han destrozado con la excusa de grabar un disco, van a dejarse más pelas de las que recaudarán con sus infames creaciones. Cómo mola la industria discográfica española.
Y recordad, cuando alguien os diga que la música en particular, o la cultura en general, están heridas de muerte, recordadles que los festivales de música y los conciertos van cada vez más viento en popa. La gente sigue visitando los museos o viendo películas y obras de teatro en el cine. Lo que está de capa caída es la industria, que ve cómo se le escapan los dineros. Quizá también tenga algo que ver que cada día haya peores grupos, canciones, actores, películas, obras de arte y artistas varios rodando por el mundo...